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Alba Rico 2021/01/04 Capitalismo pandémico

De teixidora

Alba Rico, Santiago (04/01/2021) Capitalismo pandémico

Si el capitalismo es una sindemia, va a seguir produciendo virus y pandemias. Ese es el futuro y no es halagüeño. La política y la ciencia deberían estar luchando para liberar a la humanidad y a ellas mismas del capitalismo. Eso sí sería bueno para todos.


Llicència: CC-Reconeixement NoComerical

Paraules clau: COVID19, denúncia, reflexió, pandèmia, sindèmia, iatrogenia, apartheid, sobirania, emancipació, vulnerabilitat, odi, teories conspiranòiques, vacunes, ciència, política, coneixement, patents, propietat intel·lectual. fons COVAX

L'autor pren de Richard Horton el concepte de "sindèmia" (quadre epidèmic on els factors patològics estan estretament lligats a les condicions de vida i desigualtats socials) i l'aplica al capitalisme. El capitalisme sindèmic fa de les condicions de producció alimentària un laboratori "natural" de producció de virus que passen d'animals maltractats a persones humanes maltractades i que justifica l'aplicació selectiva de mesures d'aïllament i discriminació afegida. Davant la opció que les decisions en situació de pandèmia les prenguin els científics alerta que la ciència no està menys condicionada per les forces del capital que la política. Entén però descarta les teories conspiranòiques que busquen un culpable malvat. Assenyala que la "distribució" del virus i la distribució de les vacunes segueixen la mateixa lògica sindèmica ja que la ciència ha estat intervinguda pel mercat. Basant-se en les consideracions de la científica belga Els Torreele assenyala que les presses i la opacitat de les empreses desenvolupadores de les vacunes ha donat un resultat insegur que pot acabar sent contraproduent. El capitalisme selecciona quines malalties són curables i quines no segons una lògica extractivista i les pandèmies ofereixen una oportunitat de negoci enorme amb la que saquejar els recursos públics. La OMS i els països occidentals van descartar la proposta de la India i Sudàfrica perquè no s'apliquessin patents ni restriccions de propietat intel·lectual fins que el 70% de la població mundial no estigués immunitzada. Conclou que el capitalisme sindèmic seguirà produint pandèmies alhora que medicaments selectius i mal distribuïts, pel que tant la política com la ciència haurien d'estar lluitant per alliberar-nos del capitalisme.

Tipus de publicació llibre
Suport digital
Adreça web https://ctxt.es/es/20210101/Firmas/34633/Santiago-Alba-Rico-capitalismo-pandemico-sindemia-virus-desigualdad.htm
Editorial CTXT ·
Data 04/01/2021
Llengua castellà-es (llengua original de publicació: àrab-ar)
isbn
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doi

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  • no nos enfrentamos hoy a una pandemia sino a algo más complejo y, por lo tanto, más peligroso: una “sindemia”; es decir, un cuadro epidémico en el que la enfermedad infecciosa se entrelaza con otras enfermedades, crónicas o recurrentes, asociadas a su vez a la distribución desigual de la riqueza, la jerarquía social, el mayor o menor acceso a vivienda o salud, etc., factores todos ellos atravesados por una inevitable marca de raza, de clase y de género.,
  • El problema es un capitalismo “sindémico” en el que ya no es fácil distinguir entre naturaleza y cultura ni, por lo tanto, entre muerte natural y muerte artificial.,
  • Los nuevos virus han sido creados, por supuesto, en un laboratorio, pero solo en el sentido de que el capitalismo ha convertido la naturaleza misma en un laboratorio vivo, en permanente ebullición patológica, incontrolable incluso para sus gestores y beneficiarios.,
  • Los nuevos virus, nacidos en los “laboratorios naturales” de las grandes granjas agropecuarias, sin intervención de ningún maligno conspirador, pasan a sociedades humanas muy estratificadas en las que las mujeres, las minorías racializadas y las poblaciones urbanas marginadas, más expuestas a contactos de riesgo y víctimas ya de enfermedades no infecciosas o crónicas, acaban sucumbiendo a la epidemia y justificando, además, aislamientos selectivos y discriminaciones adicionales que, en una nueva vuelta de tuerca, agravan sus condiciones sociales y multiplican los riesgos de contagio global.,
  • Tanto los políticos como los científicos están, si no secuestrados, al menos sí dirigidos o limitados por las mismas fuerzas económicas.,
  • Lo que nos ha revelado la covid-19 es que la ciencia está no menos amenazada que la política por el capitalismo sindémico y sus espontaneidades destructivas.,
  • Preferimos siempre, sí, un relato en el que el Mal omnipotente tenga una identidad corporal, nombrable y visible, porque el odio es un ansiolítico muy poderoso; y en el que las víctimas tengan protagonismo, al menos como objetos de una persecución premeditada.,
  • Las vacunas, por su parte, traducen efectivamente ambiciones de poder porque el poder económico penetra ya todas las esferas del conocimiento y, aún más, del conocimiento aplicado.,
  • Queremos creer en los políticos y resulta que la política está secuestrada por los índices bursátiles, la prima de riesgo y los límites draconianos de déficit público. Queremos creer en los científicos y resulta que la ciencia está secuestrada por las farmacéuticas. El mercado, en efecto, es la sindemia.,
  • Esa comunidad [científica] existe y trabaja sin parar, pero ha sido intervenida, fragmentada y redirigida por un mercado paradójico que necesita verdadera ciencia y científicos convencidos, pero que sólo puede funcionar, al contrario que la ciencia y sus científicos, con opacidad, insolidaridad y precipitación; es decir, que sólo puede funcionar violando las reglas íntimas de la comunidad científica.,
  • La cuestión es la siguiente: la producción y distribución de vacunas –cuya existencia hay que celebrar con alborozo– reproduce el modelo sindémico de la producción y distribución del virus.,
  • Aunque buena parte de la financiación es pública, las patentes de explotación comercial son privadas.,
  • El capitalismo sindémico, que ha seleccionado siempre y sigue seleccionando qué enfermedades son curables y cuáles no en virtud de criterios puramente económicos, ha encontrado la más fabulosa oportunidad de negocio en un mercado literalmente global que convierte a 7.600 millones de seres humanos en potenciales clientes de sus productos.,
  • La misma lógica extractiva que se aplica a otros sectores –del petrolero al agroalimentario– se ha aplicado aquí para extraer fondos de los Estados y conocimientos de la comunidad científica.,
  • La propuesta inicial de India y Sudáfrica para liberar las patentes y suspender cualquier derecho intelectual sobre medicamentos o vacunas –al menos hasta que el 70% de la población mundial estuviera inmunizado– fue rechazada en la OMS por los países europeos, Estados Unidos, Canadá y Brasil.,
  • Las vacunas, como vemos, reproducen, en lugar de interrumpir, el movimiento en bucle, articulado y sin salida, de la sindemia capitalista.,
  • En definitiva, si el capitalismo es una sindemia, va a seguir produciendo sin parar virus y pandemias; y va a seguir produciendo, también sin parar, vacunas y medicamentos selectivos y mal distribuidos.